miércoles, 13 de abril de 2016
Héroes de la Patria Grande
Alicia Graciana Eguren Vivas
Nació en Buenos Aires, en el año 1924 – El 26 de enero de 1977 fue secuestrada por un «grupo de tareas» de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Fue torturada y arrojada al Río de la Plata en uno de los vuelos de la muerte.
Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras y egresó como profesora de Literatura, ejerció la docencia, entre los años 1946 y 1951, publicó cinco libros de poemas, participó de la edición de la revista Sexto Continente. En el año 1955 cae presa de la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu y fue enviada a la cárcel de mujeres de Olmos donde sufrió múltiples torturas y privación de alimentos. Cuando es liberada se reúne con John W. Cook con quien se casa. En 1960 viajaron juntos a Cuba, participando como milicianos en la defensa de Bahía de Cochinos. En el año 1964 Eguren y Cooke fundaron Acción Revolucionaria Peronista, concebida como grupo de acción y concientización en el marco del movimiento peronista, pero independiente de sus estructuras «oficiales». Entre 1971 y 1972, Eguren, publicó los trabajos de Cooke, incluyendo La correspondencia entre Perón y Cook. En 1973 formó parte del consejo editorial del diario El Mundo, clausurado en 1974, al igual que Nuevo Hombre. En 1975 apoyó la iniciativa que dio forma al Partido Peronista Auténtico. Fue detenida-desaparecida el 26 de enero de 1977
Las bases de una revolución se forja en la lucha de masas (Alicia Eguren)
John William Cooke
Nació en La Plata, 14 de noviembre de 1919 – Murió en Buenos Aires, 19 de septiembre de 1968.
“El bebe”, o ” el gordo” como le decían los amigos, fue uno de los mayores dirigentes políticos que dio el peronismo. Milito de joven en el radicalismo, pero cuando irrumpió en el 45 el movimiento nacional y popular llamado peronismo, se integró a sus primeras filas, dado que Cooke mantenía una raíz nacional, democrática y popular. Ocupo una banca de diputados por el peronismo desde el 46 hasta el 52, fue el principal protagonista de los debates sobre la nacionalización del banco central y sobre la constitución del 49 que les dio tantos derechos a los trabajadores. Entre sus intervenciones más notorias en la Cámara de Diputados, estuvo la justificación de la expropiación del Diario La Prensa en el año 1951. Después del golpe de estado contra el general Perón, en el año 1955, ocupa un rol protagónico en lo que se denomino “la resistencia Peronista”. Ya que fue designado como delegado personal de Perón en el país y heredero de la conducción del peronismo en caso de que falleciera el general. En esta etapa participó en los Comandos de la Resistencia, en el intento de huelga general revolucionaria del Frigorífico Lisandro de la Torre y acompañó la acción de la guerrilla de los Uturuncos. En el año 1960 viajó Cuba, conoció a Fidel Castro y compartió actividades con el Che Guevara. Cooke regresó a la Argentina con el objetivo de organizar la Resistencia a la Dictadura y apoyar la formación del Movimiento revolucionario. Murió en el año 1968, luego de una enfermedad terminal
“El pensamiento latinoamericano no puede sino ser revolucionario. En cuanto deja de serlo se niega a sí mismo, porque admite como inmutable la situación que nos oprime.” J. W. Cooke
martes, 8 de marzo de 2016
Militancia
jueves, 29 de octubre de 2015
Héroes de la Patria Grande
Viernes 15 de mayo 2015 // Centro Municipal de Cultura, Santa Rosa - la Pampa
Inaugura
“Héroes de la Patria Grande”
de Juan Jorge Harb
-Exposición de Pinturas-
"El arte es un estímulo despertador de los Pueblos, reafirma su identidad y exacerba el espíritu de lucha para mantener la marcha hacia el Horizonte Azul de la Utopía" J.J.H
“En estas Pinturas de estructura muralista y con hondo sentido americanista, se observan signos y símbolos, conjuntamente con matices de brillantes colores que generan una atmósfera musical que marca las ansias de libertad, equidad e intransigencia, que a través de esos rostros, subvierte el cosmo latinoamericano”. “ Es una pintura comprometida con lo popular, porque el arte es un estímulo que despierta Pueblos, reafirma su identidad y exacerba el espíritu de lucha "
Bloque 1: José Gabriel Condorcanqui o Quivicanqui (Túpac Amaru II) - Julián Apaza Nina (Tupac Katari ) y Bartolina Sisa - Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez (Francisco de Miranda) - José Gervasio Artigas
Bloque 2: Manuel Belgrano (Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano) - José Francisco de San Martín - Juana Azurduy Bermúdez- Mariano Moreno
Bloque 3: Simón Bolívar - Antonio José de Sucre y Alcala - Manuela Sáenz Aizpuru - Manuel Ascencio Padilla
Bloque 4: Martín Miguel de Güemes - Manuel Dorrego - Ángel Vicente Peñaloza (El Chacho) - Felipe Varela
Bloque 5: Benito Juárez García - Emiliano Zapata Salazar - Lázaro Cárdenas del Río (El Tata) - Francisco Alberto Caamaño Deñó
Bloque 6: José Martí- Manuel Baldomero Ugarte . José Carlos Mariátegui (Amauta) - Augusto Cesar Sandino
Bloque 7: Maria Eva duarte de Perón ( Evita)- Juan Domingo Perón - Hipólito Yrigoyen - Jorge Eliécer Gaitán
Bloque 8: Paulo Freire- Pablo Neruda - Arturo Juareche - Óscar Romero (Monseñor Romero)
Bloque 9: Patria Mercedes, María Argentina Minerva Antonia María Teresa Mirabal (Las Mirabal) - Felipe Vallese - Rodolfo Ortega Peña - Azucena Villaflor de Vicenti
Agustín (Gringo) Tosco - Salvador Allende - Ernesto Guevara (El Che) - Hugo Chavez Frias y Nerstor Kirchner
jueves, 19 de julio de 2012
martes, 25 de octubre de 2011
Obras recientes 2011-2012
Van Gogh en La Pampa
Oleo-acrílico (1,00 x 0,65 mts)
Vicente V.G esta en La Pampa guiado por la calandria Nerveniana,
Si usted no conoce el sur
y piensa que es el desierto
no sabe lo que es La Pampa
porque ignora su secreto
La Pampa es un viejo mar
donde navega el silencio.
La Pampa es de áspera piel
pero jugosa por dentro.
viernes, 2 de septiembre de 2011
La musicalidad de lo pictórico
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Obras de Juan J. Jorge Harb
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La pintura esencial es pintura ontológica: concierne al ser y a la identidad. Se trata de un concernir a lo permanente, que de ninguna manera constituye una apelación a lo eterno, siquiera a lo sacro, si bien sí a lo mítico y a lo místico.
La obra de Harb es inseparable de la identidad. A través de imágenes de hondo americanismo hurga silenciosamente íconos, símbolos y signos que explican comprensivamente el ethos del oprimido. Colores vibrantes, ondulaciones musicales, composiciones atmosféricas, al igual que equilibrios y tensiones de gran empatía, dialogan con ojos de mirada rebelde, rostros sublevados y escenas de resistencia. Son imágenes que expresan poéticamente la convulsión, el disenso y la intransigencia. En ellas flotan las historias densas y polícromas que la óptica dominante intenta ocultar; son historias, caras, miradas y sensibilidades sin patrones. En ellas tan sólo vive la subversión: subvierten la mirada y el orden de los sueños, y logran subvertir el cosmos intocable.
La impronta narrativa gana fuerza y expresión a medida que observamos murales y cuadros de estilo muralista. En todos ellos, constituyéndolos, subyacen gestos, notaciones gráficas y tonalidades de vida cursiva. Es entonces que la palabra no escrita equilibra al sentido, y la concinidad acompaña la militancia. Así comprendemos el lirismo que empapa las superficies tratadas por Harb, el cual convierte la belleza histórica de rostros y multitudes en belleza plástica, tan etérea y espiritual como grave y comprometida.
Retratos que desatan la complejidad de los individuos -pero también el enigma que los compone, recalcando la integridad al igual que el misterio-, y escenas que describen momentos populares irrenunciables, tan pretéritos como presentes, conforman un conjunto de obras figurativas donde la pregnancia no traiciona la memoria, y lo pictórico abraza la ruptura, exaltando la musicalidad de lo existente.
Retratos que desatan la complejidad de los individuos -pero también el enigma que los compone, recalcando la integridad al igual que el misterio-, y escenas que describen momentos populares irrenunciables, tan pretéritos como presentes, conforman un conjunto de obras figurativas donde la pregnancia no traiciona la memoria, y lo pictórico abraza la ruptura, exaltando la musicalidad de lo existente.
Pintores argentinos
Una tarde de Mayo Juan me recibió en su consultorio. Habíamos pactado la reunión con bastante anterioridad, a lo largo de sucesivos encuentros en muestras e inauguraciones. Acompañando una mirada profunda, su voz relajada enuncia pensamientos y percepciones que dejan entrever su exquisita sensibilidad. Con parsimonia, incluso con serenidad, fue mostrándome parte de su obra personal. Vi acrílicos, óleos y dibujos; quedé impactado con sus bocetos, reveladores de una mano blanda, sutilmente consolidada a lo largo de los años. Luego me señaló algunos trabajos de Carlos Alonso y Ricardo Carpani, dando inicio a otra etapa en la conversación, ya de índole biográfico. Con una taza de café en mano fuimos trasladándonos a sus encuentros con las atmósferas artísticas de los sesenta. En Buenos Aires, mientras estudiaba Medicina, trabó amistad con el grupo de artistas vinculados al muralismo americanista. Eran momentos de inestimable utopismo, tiempos en que la revolución se urdía cotidianamente en barrios, plazas y bares. La pintura convivía con el estudio, y estas no renunciaban a la militancia. Gran cantidad de jóvenes y adultos desarrollaban innúmeras actividades cotidianas, todas ellas caracterizadas por un compromiso mayor para con ideas desvinculadas del mundo del consumo y el mercado; era la década donde lentamente se construyeron el Cordobazo y el mayo francés.
En este clima se gestó una idea de la pintura y la sensibilidad donde el sentido acompañó lo pictórico. Una obra no sólo debía expresar un canon de belleza formal; debía transmitir una idea, interpretar el mundo con vistas a su transformación. Tal fue el contexto mayor desde donde Juan Jorge Harb se adentró en la poética de lo plástico. Una poética visible con claridad en la muestra “3 Pintores Argentinos” donde exhibió trabajos junto a Carlos Clemen y Ricardo Campodónico en el Salón de Profesores de la Facultad de Medicina. En el catálogo, que indica como entidad organizadora a los Centros Populares de Cultura de la Federación Universitaria Argentina (F.U.A.), se lee: “Estos jóvenes pintores argentinos dotados de una extraordinaria sensibilidad social asumen en su obra el mas bello de los compromisos, el compromiso con EL HOMBRE, así con mayúsculas lo que equivale a decir con todos los hombres que sufren y luchan para defender su pan y su libertad”.
Era evidente que con sus veinte años, Juan Harb ya integraba los círculos de artistas y pensadores populares. Esto en parte explica sus fluidos contactos con Bruzzone, Grippo, Alonso y Carpani, con quienes forjó peculiares miradas sobre lo real, miradas que ven con toda la densidad del ojo. Miradas atentas al movimiento, la masa y el color.
Caminos
El 4 de Setiembre del presente año inauguró “Recorriendo Caminos”, una muestra en la Sala Mareque del Centro Municipal de Cultura de Santa Rosa consistente en telas y papeles que recorren parte de su basta producción, y homenajean a figuras centrales del mundo de la cultura y la política. María del Carmen Perez Sola, Ricardo Nervi, Felipe Vallese o Pablo Neruda son retratados desde una composición única e inconfundible. En otras pinturas se estudian a personajes del pueblo, como doña Clotilde, una santiagueña oriunda de la zona de Mal Paso cuyo marido fallece a fines de 1966, días después de ser alcanzado por una bala disparada por los militares que reprimieron el desarrollo de una huelga en los ingenios. “El Hector”, como el artista plástico le recuerda, tuvo un velorio clandestino en el sindicato de la FOTIA. En esa oportunidad, el concertista Miguel Ángel Estrella ejecutó partituras en su honor.
A mi juicio, de entre los trabajos expuestos sobresalen “Recorriendo caminos”, óleo de valor inestimable, absolutamente espiritual y despojado; “Mis zapatos”, acrílico bellísimo, quizá un aleccionador ejercicio pictórico, de vuelo inconmensurable; “Pachamama” pieza de 1964, probablemente la mayor prueba de la sensibilidad colectiva exhalada por un interior rioplatense en busca de un vibra autónoma en el conjunto americanista. También ha de destacarse “Madres”, exquisito grabado donde las figuras parecen desprenderse del soporte, adquiriendo vuelos indescifrables, y “Clotilde”: retrato de intimidad mayor, que suavemente interpreta las marcas que en la piel dejan las luchas y los años.
Producción reciente
Con el transcurso de las semanas visité a Harb con frecuencia. Su consultorio-atelier es sobrecogedor. Uno puede distender la mirada e intentar comprender el críptico mundo de un artista vinculado al trascendente grupo Espartaco. Las paredes de la edificación están repletas de obras, y por doquier asoman atractivos bocetos hechos en hojas de diverso tamaño. Sobre uno de los escritorios un maletín con la tapa desplegada alberga parte de los materiales. Es una verdadera valija de artista que recuerda las obras conceptuales de Grippo y Vigo: en ella están parte de los acrílicos, óleos y pinceles que Juan emplea cotidianamente. “Acá pinto todos los días”, me dijo. “Y nació el mural del Che, que está en su casa museo de Alta Gracia”, continuó, mientras desplegaba un rollo gigante compuesto por varias hojas pegadas unas a otras: era el boceto a mano alzada del comandante. Una pieza, a mi entender, de valor inestimable, tan valioso como la pintura final. Cabe recordar que la obra esta emplazada en el Museo cordobés de renombre creciente. La imagen explora toda la fuerza de los colores puros, subrayándose la firmeza del carácter en la profundidad de la mirada. No obstante, y muy a pesar de las certezas escrutadas en lo visible, subyace la mística revolucionaria, la cual flota en los ritmos reverberantes de una sensibilidad que comprende lo explícito sin marginar la belleza del enigma.
Es precisamente la capacidad de entrever lo no visto aquello que incrementa el valor ontológico de estas pinturas, grabados y dibujos. La actitud de volver visible al ser, con todos sus atisbos difusos, y hacerlo sin caer en la anécdota o el panfleto, es verdaderamente difícil. Obras como “Obrero” (retrato de Antonio Skara, fallecido presidente de la Cooperativa Popular de Electricidad, donada a la institución homónima en el presente año) contienen en sí toda la rica experiencia pictórica, cognoscitiva y vivencial de su autor; no sólo interpelan –a través de la sólida mirada del dirigente cooperativo-, sino que poetizan lo existente, volviéndose forma pura y alegato del color.
Hace unos meses el pintor Nicolás Mensa me obsequió un enorme libro bilingüe escrito por Fermín Fèvre. Bajo el título “Reivindicación de la pintura (The vindication of painting)”, el reconocido teórico aborda los trabajos de aquel plástico. Es un título más que interesante, y me regresa a la obra de Juan J. Harb, la cual constituye una reivindicación de lo existente. Reivindicación, claro, a partir de la plena existencia del color y la forma; una reivindicación de la vida, la humanidad y la justicia. Una reivindicación, a secas.
Miguel Ángel Rodríguez
miércoles, 26 de mayo de 2010
La Actividad Artística...
"... es la mayor expresión de felicidad que el hombre puede darse a sí mismo, ayuda a recuperar la autoestima y reforzar el "yo" social." JJ Harb
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